Leyendo juntos

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Días como estos, soy más Ausencia que yo misma. Las uñas moradas mal pintadas recorren el teclado, mientras finjo que escribo alguna noticia más. El editor en jefe se para detrás de mí y yo cierro apresuradamente la pestaña.

El nudo en la garganta, los ojos que quieren llorar.

No quiero seguir sin él. La fría Ciudad se congela cada vez que Ojos Amarillos se devuelve a nuestra ciudad.

– ¿Qué fue lo mejor del fin de semana? – Me preguntó en el taxi, ignorando los últimos minutos juntos.

Repito la respuesta en mi cabeza mientras pasan lentas las horas en la redacción; la guerra de granizo al salir de la pizzería luego de un diluvio universal, el grupo de nerds obsesionados con Pokemón del que nos burlamos una tarde entera, la silla mecedora y la risa imposible de contener arruinando los besos.

Pero yo escogí mi momento. Mi cabeza en su hombro, mientras me lee en voz alta un libro de historias. Caminan por el cuarto las imágenes de un cuento en el que un pintor que se ha enamorado de unos ojos que solo existen en su cuadro.

Dejo de mirar las letras y me pierdo en los ojos amarillos de quien lee, en la boca que deja salir las frases, sintiendo cómo la ficción a veces nos une más que la realidad. .

De repente, Ojos Amarillos deja de leer y comienza a devolver las páginas confundido.

– Espérate Ausencia – me dice, incorporándose –  ¿los personajes se dieron un beso?

– ¿No le estabas poniendo atención? – Contengo la risa y le explico que sí, que hace dos páginas.

Y Él, después de 8 meses juntos, aún me responde sonrojándose:

– Es que me pones nervioso cuando me miras así.

12 comentarios en “Leyendo juntos

  1. Me gusta tanto el texto como la imagen ¿La ilustración es tuya, Ausencia? 🙂 Sea de quien fuere, es una de las más bellas que he visto últimamente (y he visto muchas).

    Un besote grandote. Sigue escribiendo 🙂

  2. No me extraña que Ojos Amarillos aún se ponga nervioso como cuando uno recién conoce una niña y persigue cada movimiento y cada mirada y de repente se encuetra con que uno es el objeto de las mismas, y no me sorprende, porque, leyendo tu blog, que voy siguiendo desde mi silencioso y ausente anonimato, tu eres una mujer que se tiene que conquistar cada día, de la que hay que merecer su amor cada instante… y me encanta que la ficción los una más que la realidad… para eso se hizo la ficción, no? para superar todo lo que realidad frena y destruye…

  3. Anónimo, que bueno que te guste visitar estos silenciosos lugares y que, además, me conozcas tan bien. Me quedo la última frase de tu comentario «para eso se hizo la ficción, no? para superar todo lo que realidad frena y destruye»

    Un beso!

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