Volver 

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Volver a la esquina entre tu hombro y tu brazo derecho. A la mano que aprieta la cintura. Volver a la discusión sobre la sal antes de hervir el agua, a las pastas con pimienta y huevo duro. Al olor de la piel y a las mismas diez canciones de siempre. Volver a las gotas de agua que pasan de dedo a dedo, al vapor empañando el espejo, a la respiración lenta junto al oído. Volver a las piernas enrolladas bajo tus rodillas. A los besos antes de dormir.

Volver. Volver a casa.

Papá y yo

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Anoche papá me llevó a mi apartamento. Con las manos apretando el volante, la lluvia entre el parabrisas y su incapacidad infinita para decirme las cosas, me preguntó si Andrés tenía carro.

«¿Carro, papá?»

«Sí, que si tiene carro»

«Mmm… no»

«¿Y moto?»

«Papá, tú sabes que no. Después del accidente, no es buena idea que la vuelva a manejar»

Nos quedamos callados mientras el semáforo pasaba a verde.

«¿Y no piensa comprar carro?»

«No sé… hay otras prioridades ahora»

Silencio.

«¿Papá, y por qué no me preguntas a mí si he pensado comprar carro?»

«Es diferente»

«¿Por qué?»

Silencio.

«¿Tú no te quejas de las vulgaridades que te dicen cuando caminas sola por la calle?»

«¿Eso qué tiene que ver?»

«Es que eres demasiado feminista para verlo…»

Silencio.

«¿Él cómo te lleva a tu casa en la noche?»

«No sé, pedimos un Uber. No entiendo porqué él me tiene que llevar.»

Pasamos la pequeña parroquia y giramos en la esquina del barrio. Le señalo mi edificio y se molesta, me dice que él sabe muy bien dónde vivo. No le discuto lo curioso que es que lo sepa y nunca haya subido a visitarme.

«Hasta mejor que se casaran»

«¿Es en serio?»

«Para que no andaras quedándote allá»

«¿O sea que la decisión sobre la persona con la que voy a pasar toda mi vida se basa solo en transporte?»

«Solo digo»

Se detiene frente a las escaleras. Le doy un beso en la frente con la certeza que esta conversación durará algunos años más. Él también lo sabe y aprieta los labios. Mientras abro la puerta del edificio, lo veo esperando a que su niña entre bien. Arranca justo cuando giro la llave en el último cerrojo.

Hace un mes, una semana y dos días que me fui de mi casa.