15 días

15 días antes del matrimonio

Ya el balcón, que mira a las montañas cargadas de edificios, nos espera para tomar vino, ya la habitación reclama nuestra cama doble destendida, ya la cocina quiere llenarse de olor a pasta con leche y jamón. Ya los dos, de la mano, nos vamos acercando al para siempre.

Dejamos unas cuántas cajas en un rincón de la sala vacía, él baja a comprar cerveza y algo de comer y yo me quedo desempacando. Saco los vasos de vidrio nuevos de sus cajas de carton y los organizo por orden de tamaño en la despensa, dejo bajo el horno los sartenes sin abrir, acomodo el único par de cuadros que tenemos en el lugar que más me gusta de la sala, pongo las toallas que nos dio mi cuñada en cada baño, dejo las cajas de libros aún sin abrir en el que será el estudio…

Él llega con salami y queso crema, nos reímos de no tener cuchillos para abrir el empaque de los cuchillos, usamos una refractaria para servir porque aún no llegan los platos, nos sentamos en el suelo del balcón, sin zapatos, a tomar cerveza de una marca que nunca hemos probado. Hasta nosotros llega la música de una clase de aeróbicos unas cuadras más allá.

No decimos mucho, recuesto mi cabeza sobre su hombro. Faltan solo 15 días.