De esas conversaciones

sky

Ojos Amarillos y yo nos acostamos en el suelo de un parque de la ciudad. Él pone su cabeza sobre la tierra y yo la mía en su pecho. Nos quedamos mirando el cielo de la tarde.

– Me preocupa que ninguno de nosotros sepa cocinar – le digo de la nada
– ¿Por qué?
– ¿Quién va a cocinar en la casa?
– ¿Como que quién? ¡Tú! – me dice, buscándome pleito.
– ¿Ah sí? – me levanto y lo miro a los ojos – pues no, nuestra casa va a tener igualdad de condiciones. Los dos cocinamos y lavamos.
– O… tenemos mucha plata y contratamos tres empleadas.
– ¿Tres mujeres empleadas? – él asiente sonriendo – pues no, una empleada y un chef.
– Me parece justo
– ¡y que se enamoren! – sonrío ridículamente
– Jajaja! ¿Ya le metiste historia?
– Síi, ¡te imaginas, demasiado romántico!
– Hasta que un día pelean y él la envenena a ella en la cocina
– O nos envenenan a nosotros dos para quedarse con nuestra casa…..

Los dos ponemos la mirada solemne de quienes saben cómo van a morir.

– ¿Y si mejor tú lavas y yo cocino?