15 cosas que no entiendo

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  1. Nada sobre los amores que se van y los que llegan
  2. Por qué el trabajo se siente como estar encerrada en la esquina de un cuarto de juegos
  3. A la gente que quiere quitarse la vida, cerrando la puerta, quebrando un vaso de vidrio, dejándote afuera.
  4. A Dios, que se quedó congelado
  5. Lo mucho me duele aquello que no debería importarme
  6. Lo mucho que finjo que no me importa aquello que duele
  7. Por qué ese día no fuiste por mí
  8. La falta que me hace tener un editor
  9. Cómo hacer los papeles para aplicar a una universidad en el exterior
  10. A mamá
  11. Por qué aún cuelgan del techo los pájaros de origami
  12. Por qué esperaste tanto por mí y luego me vas dejando ir, así despacito.
  13. Los 13 de cada mes
  14. Esa ira que apareció hace poco y me hace temblar los dedos, apretar los puños.
  15. Cómo vive la gente toda la vida, con el corazón tan pesado.

Los cuchillos

«¿Tú qué piensas que haría una madre si viera a su bebé peinándose con un cuchillo?» Me preguntó Gabriel al verme triste

«Pues obviamente pegaría el grito en el cielo y se lo quitaría de las manos» Respondí alzando la ceja antipáticamente.

«¿Y si estallara en llanto de dolor al ver que se lo quitabas?

«Pues simple, le entregaría mejor una linda peinilla para que se peinara con ella»

«Pues bueno, no estés triste… así actuó Dios contigo, te vio jugando con cuchillos y pegando el grito en el cielo, te los quitó»

«Pero… yo quería a mis cuchillos, así me hicieran llorar»

«Pues ten paciencia, ya vendrá Él corriendo a entregarte una peinilla»

Me quedé pensando el asunto por unos cuantos minutos, luego le respondí:

«Ay Gabriel, pero eso de la peinilla no basta… más le vale que me traiga tremendo cepillo masajeador!»

Gabriel comenzó a reir y juntos seguimos caminando mientras el día caía a lo lejos. De repente lo supe, él era la peinilla que Dios me mandaba del cielo.

Sonreí 🙂 y decidí que ahora sería mi amigo.