Autorretrato numérico

Verónica Toro Restrepo escritos

Uno, el cuerpo, el mío; dos, los hijos; tres, incluyendo el marido; cuatro, la sumatoria; cinco, con un gato; seis, con los dos gatos; siete, se me olvidaba el bebé que no tuvo latido; ocho, las horas seguidas que nunca volví a dormir; nueve, la hora en la que ya todos deberían estar dormidos; diez, la hora en la que la niña se durmió ayer; once, la forma en la que solíamos dormir, amor; doce, la forma en la que ahora dormimos; trece, que no llegue la mala suerte; catorce, mi cumpleaños; quince, la mitad del mes y todas las cuentas pendientes. 

Diecieseis, creí entender de qué se trataba el amor; diecisiete, lo seguí creyendo; dieciocho, no sé por quién votar; diecinueve, ¿en dónde estamos?; veinte, papá cantaba una canción sobre un corazón vagabundo; veintiuno, los días que se necesitan para coger un hábito; veintidós, una canción de Taylor Swift; veintitrés, veinticuatro, veinticinco, los años de Inglaterra; veintiséis, ya los obreros no silban tanto; veintisiete, la propuesta del para siempre; veintiocho, el primer año del para siempre; veintinueve, corre niña que ya llegan los treinta.  

Treinta, lo que vale la maestría que no puedo pagar; treinta y uno, la cuenta de la panadería cuando salimos los cuatro; treinta y dos, volverme madre de una niña; treinta y tres, los tres todas las tardes; treinta y cuatro; mis años cuando llegaste y los tuyos ahora; treinta cinco tiene la mujer haciendo esta lista.